domingo, 28 de mayo de 2017

Despierto pensándolo. No que sea algo raro, por el contrario, sucede muy a menudo; pero hoy es especial.

Recuerdo aquel día en la playa y aquellos ojos verdes, sus increibles ojos verdes. Me sentía aún más pequeña a su lado. Y era verdad, era de verdad. Más allá de cualquier color, su increible grandeza y fuerza, no dejaban dudas. Recuerdo lo que se decía, tratándolo casi como un anti-héroe, todo porque en determinadas situaciones se dejaba dominar por la rabia. Sin embargo, a mí ya me parecía lo más natural del mundo. Será porque desde siempre he sido muy sanguinea, y él era el ejemplo extremo de lo que le sucede a alguien que vive sus sentimientos al cien por cien. O porque desde pequeña me he sentido atraída más por los defectos que por las virtudes. Y es que de éstas últimas es fácil enamorarse, y por enamorarse entiendo esa sensación de entusiasmo, esas mariposas en la panza, que se sienten cuando se conoce a alguien, sea quien sea. A mí en cambio, siempre me ha gustado la otra cara de la moneda, esa que nadie elige. Me gusta conocer esos ángulos filosos del otro, porque me reconozco en ellos. Y en él me reconocía. Como cuando le tocaban a quienes quería, a quienes le importaban, y era la rabía que lo transformaba en un increible ser capaz de destruir todo a su alrededor. Así me he sentido en más de una ocasión. Será por eso que recuerdo ese día.

Y porque estaba con él; del cual nunca nadie escribió una historia, ni lo hizo un personaje de comic, ni mucho menos le atribuyeron poderes supernaturales. Pero era él mi verdadero superhéroe... y hoy, a sus 68 años lo sigue siendo. ¿Te acordás Papá de ese día... del día que conocí al “Increible Hulk”?


(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 10: Haz una historia con un protagonista que evoque tu niñez.)


...para mi Papá en su 68° cumpleaños.

viernes, 19 de mayo de 2017

#VDLN - 45



Todo de ti
Tatúame todo de ti
Todo de ti
Tatúame todo de ti
Todo de ti
Tatúame todo de ti
Todo de ti

Pero si
tú no volvieras más
ahora yo querría una imagen congelada,
una fotografía
de llevarme en los ojos.
Pero sí, el tiempo hace olvidar
y todo sanará
pero mi piel no,
no te olvida.

Déjame un signo
tatúame las manos y luego los brazos
que uso para tocarte, para sentirte y abrazarte.
Y en silencio tatúa tu sonrisa sobre los labios
pero sobre mis labios.
No te detengas
graba sobre mi pecho las iniciales
de este amor roto y luego métele dos alas
así podrá volar aunque si me queda encima
en otras dimensiones.

Todo de ti
Tatúame todo de ti
Haz tú,
pinta donde quieras.
Me gusta cuando vas
largo la espalda.
Diseña los temblores
y el infinito.
Y tatúame las piernas y las rodillas
que uso para alcanzarte y para hacer el amor.
Y en silencio tatúa tu aliento sobre el mío
respiro sobre ti.
Sabes,
quería decirte que contigo
yo camino volando
a tres metros del suelo
y que no vivo sin ti.
Te marco a fuego fuera y dentro...




miércoles, 17 de mayo de 2017

Otra vez. Él estaba allí.

No podía entender cómo nadie se daba cuenta. Cómo hacían para no ver el modo en el que él me miraba, me hablaba, se me acercaba. Hubiese querido hablar con alguien, contar lo que me estaba pasando. Pero parecía que nadie estaba dispuesto a creerme. Todo era una mala interpretación mía. Claro, ¿cómo él iba a ser capaz de algo así? Él que era tan respetado, tan educado. Si él era justamente Él.

Pero cuando él estaba en mi casa, y llegaba la noche, yo temía. Temblaba de miedo porque sabía. Sabía que él buscaría la oportunidad, encontraría la forma. Entonces lo escucharía subir las escaleras y entraría en mi habitación. Y yo no tendría salida, no podría escapar de él. Nadie escucharía mis súplicas. Nadie me vería llorar.

Y ahora era la hora. Sus pasos retumbaban sobre la madera de los escalones. Me senté apoyada sobre la puerta, en el vano intento de detenerlo. Llevé mis rodillas al pecho, sujetándome con fuerza. Cerré los ojos y por primera vez en mi vida, comencé a rezar. Pedí desaparecer de allí, morir antes que él volviera a tocarme. Cualquier cosa sería mejor de lo que pasaría si continuaba a estar allí.

Sólo escuchaba los latidos de mi propio corazón retumbando en la habitación. Las lágrimas rodaban por mi rostro, empapándolo. El frío rodeaba mi cuerpo, dejándome inmóvil. El estallido de la puerta golpeándose al abrirse, me despertó. Otra vez llovía torrencialmente y había olvidado cerrar la ventana de mi cuarto.




 (Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 04: Escribe una historia en la que salves la situación
con un mayúsculo 'deus ex machina'.)

viernes, 12 de mayo de 2017

#VDLN - 44

"Los sueños no poseen fecha y no tienen apuro si se deben realizar.
Están suspendidos entre el cielo y la tierra,
y a la merced de los vientos.
Regalan siempre emociones
y traen a tus brazos la caricia de lo imposible..."
(I. Carvelli)




jueves, 11 de mayo de 2017

Se alzaba en mitad de la noche, como ya lo había hecho otra infinidad de veces, y ésta no sería la excepción. Se vistió haciendo el menor ruido posible, no deseaba despertarla. Ella... bella hasta cuando dormía. La observaba allí, desnuda entre las sábanas, y pensaba que con ninguna otra había tardado tanto tiempo en seducirla, en tenerla entre sus brazos, en hacerla suya. Bueno, en realidad, enseguida la había conquistado, porque podría jurar que esa chispa fue inmediata; pero ella no se confiaba. Y ahora, que otra vez se estaba yendo, escapando como un ladrón, tal vez ella hacía bien a no hacerlo. Pero es que ella no comprendía, no podía saber lo que se sentía. Él había intentado decírselo, explicárselo... pero no, esas cosas hay que vivirlas para entenderlas. Él no podía enamorarse, porque él sabía que el amor no dura, que el amor causa la más mortal de las heridas. Todos a los que había amado y que él había amado, se habían ido, lo habían dejado... y él se había quedado solo.

Por suerte ella no había vivido nada parecido. Ella era todo sonrisas. Era la luz de la mañana entrando por la ventana. Era el arcoiris luego de tantos días de lluvia, Era como detenerse en la orilla y que el mar te acariciara los tobillos. Ella sabía hacerlo latir, hacerlo volar. Ella... pero no, no podía permitírselo, debía marcharse de allí y cuanto antes. Sin embargo, algo lo ligaba, a ella... a su piel morena; a sus cabellos azabaches; a esas manos que lo habían elevado al mejor de los cielos; a sus ojos oscuros como una noche sin luna; al ancho perfecto de sus caderas y la generosidad de sus pechos... a toda ella. Había intentado verla sólo como a una amiga, y había estado en cientos de camas para convencerse, de las cuales siempre había escapado, como haría esa noche. Necesitaba que ella continuara a creer que era sólo sexo. Y para eso bastaba que no se despertara; que esa boca, sinónimo de pasión y deseo, no pronunciara su nombre. Si lo hacía, él ya no podría marcharse, no podría dejarla, no como lo habían hecho con él. No, él no podría abandonarla, no después de esa noche.

Porque él sabía cómo era.
Porque él sabía cómo se sentía.
Porque él prefería seguir engañándose a sí mismo.
Porque él no quería se supiera la verdad.
Porque él... él ya la amaba.


(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 29: Escribe una historia de un personaje con miedo al amor.)

domingo, 7 de mayo de 2017

El Club de los 5: Mayo

Tarde otra vez, pero aquí estamos con...


  • Serie: Black Mirrow
Black Mirror es una serie televisiva británica, ideada y producida por Charlie Brooker para Endemol. Se trata de una serie antológica, en cuanto escenarios y personajes son diferentes para cada episodio. Ésta mueve grandes críticas a las nuevas tecnologías y el título se refiere a la pantalla negra de cada televisor, monitor o smartphone. Espía un poquito: https://www.youtube.com/watch?v=vMXsvsG0jp8

  • Libro: Los Miserables
Libro del autor Victor Hugo y cuyo título original en francés es "Les Misérables". Ésta es considerada una de las obras más conocidas del siglo XIX. Fue publicada por primera vez en el 1862. Una novela de estilo romántico que plantea, a través de su argumento, un razonamiento sobre el bien y el mal, sobre la ley, la política, la ética, la justicia y la religión. Creo que al leerla uno puede darse cuenta que los años pasan y ciertas cosas no cambian demasiado.
"(...) Ser santo es la excepción; ser justo es la regla. Equivóquense, falten, pequen, pero sean justos. La ley del hombre es la de pecar lo menos posible. No pecar en absoluto es el sueño del ángel; pero todo aquello que es terrestre está sometido al pecado, después de todo, el pecado es una gravitación.(...)"

  • Descubrimiento: Shazam
Un día estaba escuchando música en una de esas radios que tienen la fea costumbre de no mencionar qué canción están pasando ni el cantante ni nada... cuando molesta hago notar este detalle, mi amiga saca su celular y lo acerca a la radio... No les cuento mi cara cuando en cuestión de minutos el celular le decía qué canción era, quién la cantaba, dónde había sido registrada y toda una serie de cosas que ni de casualidad podría haber sabido (y que tampoco me interesaban mucho para ser sincera!) Pero a mí me pareció mágico este "truco"... si no la usan, les recomiendo probarla.

  • Trailer: The Circle
No me pregunten por qué, pero desde que ví el trailer quiero ver esta película... no soy una fan de ninguno de los actores, y tal vez la trama tampoco me sorprenda, (la serie que hoy mencioné habla por demás de estos temas...) pero igual así soy curiosa... ¿cuándo no? ...jajajajajajaja!



  • Cita:
"Sólo porque alguien no te ame como tú quieres,
no significa que no te ama con todo su ser."
(Gabriel García Márquez)


Esto es todo... nos vemos el mes que viene!


viernes, 5 de mayo de 2017

#VDLN - 43

“Una fotografía es un secreto
que habla de un secreto,
más esa cuenta,
menos es posible conocer.”
(Diane Arbus)








lunes, 1 de mayo de 2017

Había una vez, en un país muy, muy lejano, una pequeña princesa de largos cabellos dorados como rayos de sol. La princesita era el fruto del amor entre el viejo Rey del Bosque y el Hada Maestra.

Desde muy niña había tenido que enfrentarse a algunas dificultades, que pusieron a prueba su coraje. Pero ella había heredado el temple y la determinación de su padre, y cada cosa la transformaba en algo positivo. De su madre había heredado la curiosidad y las ganas de aprender, de hacer; por ello siempre estaba con la naricita dentro algún libro. Fue así que, aunque todo le fuera hecho y servido, ella aprendió a cocinar y a coser, entre muchas otras cosas.

A medida que la princesa iba creciendo, más aumentaban sus ganas de aprender, su deseo de estudiar. El viejo Rey probaba a explicarle que ella no tenía porqué ir a la escuela, que ella era diferente al resto de las niñas. Sin embargo, exactamente eso era lo que ella no quería. Ella no deseaba ser diferente, ella quería ser como las otras niñas de su edad. Más grande se hacía, más rebelde se volvía. Su madre, el Hada Maestra, ya no recorría el castillo buscándola, iba directamente a la cocina, y allí la encontraba cubierta de harina, probando y preparando alguna nueva receta.

Finalmente, cuando la princesa estuvo por cumplir los dieciocho años, eligió su destino. Al llegar el día de su mayoría de edad, ella dejaría la corona y todo lo que ella significaba. Deseaba partir a recorrer el mundo, a conocer los miles de rincones y misterios que éste aún tenía reservados para ella. Vestiría como cualquier otra joven mujer de su edad. Estudiaría y buscaría un trabajo para mantenerse. Los Reyes temían que su princesa, la niña de sus ojos, no comprendiera del todo aquello a lo que debería enfrentarse; sin embargo la joven les respondió que desde ese día su única corona sería la libertad.


(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 47: Escribe un cuento de princesas,
pero dale un vuelco radical a alguno de sus tópicos.)

...dedicado a mi Princesita B.

Si quieres, déjame aquí tu huella...

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